
Cómo proteger tu cabello en verano: 7 claves para mantenerlo sano
Cómo proteger tu cabello en verano: 7 claves para mantenerlo sano
Durante los meses de calor, solemos centrarnos en proteger la piel del sol, pero… ¿y el
pelo? El cabello también sufre los efectos del verano: el sol, el cloro de la piscina, el salitre
del mar, el calor, la arena e incluso el viento pueden dañarlo y dejarlo seco, encrespado o
con las puntas abiertas. La buena noticia es que con algunos cuidados sencillos podemos
mantenerlo saludable hasta que llegue el otoño. Aquí tienes 7 consejos prácticos para
lograrlo:
1. Usa fotoprotección capilar
La radiación solar no solo afecta a la piel: también deteriora la fibra capilar, resecándola y
debilitándola. Existen productos específicos con filtros solares diseñados para el pelo, que
no solo lo protegen del daño solar, sino que aportan hidratación y ayudan a prevenir la
rotura.
Además, proteger el cuero cabelludo es clave: las quemaduras solares en esta zona
pueden agravar problemas como la caída estacional o la calvicie incipiente. Así que, igual
que te aplicas protector solar en la piel, hazlo también en tu melena.
2. Refuerza con barreras físicas
Los sombreros, pañuelos y gorras no son solo un accesorio de verano: actúan como una
capa extra de protección frente al sol. También ayudan a que el pelo se enrede menos, algo
importante si tienes el cabello fino, frágil o con tendencia a romperse.
Además, cubren zonas sensibles como la frente, el cuello o las orejas, que a menudo
olvidamos al aplicar la crema solar. Y si usas sombreros de ala ancha, ganarás en
protección y estilo.
3. Haz una pausa con el secador y las planchas
El verano es el momento perfecto para dejar que tu pelo se seque al aire. Evitar el uso de
herramientas térmicas como secadores, tenacillas o planchas ayuda a prevenir el daño
adicional en la cutícula capilar, que ya está más vulnerable por el calor ambiental y la
exposición solar.
Si además usas tintes o mechas, procura espaciarlos en el tiempo y evita las coloraciones
justo antes de pasar mucho tiempo al sol. Los productos químicos aumentan la sensibilidad
del cabello y pueden empeorar los efectos del sol.
4. Hidrata por dentro y por fuera
Mantener el pelo hidratado es esencial para evitar que se vuelva quebradizo o áspero. Bebe
suficiente agua y usa productos hidratantes como mascarillas o acondicionadores nutritivos. Las mascarillas ayudan a sellar la fibra capilar y a evitar que se abra, mientras que los acondicionadores facilitan el peinado y reducen la rotura.
Aplica estos productos con regularidad, especialmente si notas que el pelo pierde
elasticidad o brillo.
5. Aclara el pelo tras el baño
El agua de mar y el cloro de la piscina pueden deteriorar la estructura capilar si no se
eliminan tras el baño. Por eso, enjuagar el cabello con agua dulce después de nadar es un
gesto sencillo pero muy eficaz.
Evita además exponer tu melena mojada al sol directamente: el efecto lupa del agua sobre
el cabello húmedo potencia los daños, y puede provocar una decoloración prematura, sobre
todo en melenas teñidas o con mechas.
6. Elige champús suaves y agua fría
En verano es habitual lavar el pelo con más frecuencia. Esto no tiene por qué ser negativo,
siempre que utilices un champú suave, que respete el equilibrio del cuero cabelludo y no
arrastre los aceites naturales que lo mantienen nutrido.
Siempre que puedas, acláralo con agua fresca. Esto estimula la circulación y puede ayudar
a mantener los folículos pilosos más activos, favoreciendo un crecimiento capilar más sano.
7. Exfolia el cuero cabelludo
Igual que cuidamos la piel del rostro con exfoliaciones, el cuero cabelludo también se
beneficia de una limpieza más profunda de vez en cuando. La exfoliación ayuda a eliminar
residuos, células muertas y restos de productos, dejando la raíz más oxigenada.
Hazlo una vez cada 10 o 15 días, y elige exfoliantes suaves que contengan ingredientes
como ácido salicílico, piritonato de zinc o extracto de sauce blanco. Si además llevan aceite
de árbol de té o vinagre de manzana, tendrás un plus de efecto antiséptico y equilibrante.
Conclusión
El verano puede poner a prueba la salud de tu pelo, pero con estos cuidados puedes disfrutar del sol, la playa y la piscina sin que tu melena lo pague. Tu cabello también necesita protección, hidratación y mimos. Y si notas caída excesiva, irritación o cualquier problema capilar, recuerda que siempre puedes consultar con nuestro dermatólogo tricólogo para recibir un diagnóstico personalizado y los mejores consejos para tu caso.